El diseño del nuevo Gear 2 es mucho más estilizado. La pantalla es exactamente del mismo tamaño y resolución (1,63 pulgadas con resolución 320 x 320). Sin embargo, en el Gear 2 Samsung ha aumentado ligeramente el marco superior de la pantalla para reducir los enganches metálicos de la correa, que eran demasiado aparatosos en el Galaxy Gear. El resultado es que ahora las correas son estándar e intercambiables. Y sí, eso significa que han eliminado la cámara de la correa y el micrófono del cierre.
La cámara que antes iba en la correa la han desplazado ahora a la parte superior del reloj. A la izquierda del objetivo de la cámara hay además un pequeño sensor infrarrojos para utilizar el Gear 2 como mando a distancia del televisor a través de una app. Lo malo de haber ubicado la cámara en el frontal es que no te servirá para mucho más que para hacerte selfies. ¿Realmente es necesaria una cámara en un smartwatch? En la parte inferior de la pantalla Samsung ha instalado un botón de inicio para volver a la pantalla inicial. Es útil, lo acabas utilizando todo el rato para volver a la pantalla principal.
En cuanto
al software, el Gear 2 no se llama "Galaxy" por una sencilla razón: ya
no utiliza Android sino Tizen como sistema operativo. La decisión de
Samsung de abandonar Android se puede ver como un primer intento de
independizarse de Google en el mundo de los wearables, porque el Gear Fit de hecho tampoco lleva Android (ni Tizen), sino un sistema operativo propietario.
En
definitiva, el Gear 2 apunta a un smartwatch que acierta en diseño y
funciones, aunque habrá que esperar a probarlo a fondo y, sobre todo, al
precio. Si Samsung sigue apostando por los 300 euros/dólares, el precio
seguirá siendo un obstáculo. Por 150 dólares, este podría ser una gran
opción.
Además del
Gear 2, pudimos probar también el otro nuevo modelo, el Gear 2 Neo. La
única diferencia entre ambos es que el Neo no tiene cámara (el circulito
en la parte superior es el sensor infrarrojo) y la parte frontal de la
corona del reloj es de policarbonato en lugar de metal. Por lo demás,
exactamente igual.